Loreto Aramendi

Presse

CD « Orlos, Clarines y otros Nazardos »
Loreto Aramendi hat ein glückliches Händchen bei der Repertoireauswahl und zwei glückliche bzw. erfolgreiche Hände bei der Interpretation ihres breitgefächerten Doppelprogramms. Schaut man sich das genauer an und hört genau hin, dann ist der Sinn erkennbar: Die Werkauswahl zeigt die beiden Instrumente mit ihren vielseitigen klanglichen und spieltechnischen Möglichkeiten, was weit über die authentische Darstellung der üblichen spanischen Verdächtigen (Cabézon, Correa de Arauxo u. a.) hinausgeht. Das ist ein wohltuender Blick über kulturelle Grenzen hinaus mit einem Fokus auf das, was musikalisch verbindet und sich angemessen und natürlich umsetzen lässt.

__Crítica de Johannes Ring en Die Organ journal del mes de diciembre 2020.

Concierto al auditorio de Tenerife: « Una niña que duerme, un amor por despertar »

Critica por Nuria Delgada del viernes, 2 de octubre de 2020

Santa Cruz de Tenerife, domingo, 13 de septiembre de 2020. Auditorio de Tenerife. Loreto Aramendi, órgano. Dietrich Buxtehude, Toccata Bux WV 156. Sergei Rachmaninov-Louis Vierne, Preludio en do # m. Franz Liszt-Louis Robilliard, Funérailles, de “Harmonies poétiques et religieuses”. Camille Saint-Saëns-Louis Robilliard, Danse macabre, op 40. Gabriel Fauré-Louis Robilliard, Pelléas et Mélisande. György Ligeti, Etüde für orgel: Coulée. Charles Tournemire, Improvisación sobre el coral “Victimae Paschali…”.

Loreto Aramendi© 2020

Cuando vas a escuchar un concierto del órgano del Auditorio de Tenerife se te pasan por la cabeza infinidad de ideas tan estrafalarias como brillantes. Esa misma mañana me escribió un amigo artista que había visto las fotos que publiqué en Instagram la noche anterior al concierto preguntándome si cedían el órgano para una de sus exaltadas obras. Me reí con tanta intensidad que le debo a este amigo, como mínimo, una caña.

El auditorio de Tenerife es un hermoso lugar con unas vistas extraordinarias al mar. Un manjar del Atlántico, una perla (como lo llamaron sus arquitectos), pese a las críticas vertidas a lo largo de los años sobre irregularidades en la construcción de un edificio tan emblemático.

Esperando los primeros acordes del gran órgano del Atlántico observo sus tubos en los laterales de la sala. Expertos que participaron en la construcción de este instrumento, como Juan de la Rubia, organista de la Basílica de la Sagrada Familia de Barcelona, cuentan que “por ser un instrumento del siglo XXI tiene muchos accesorios contemporáneos que permiten una interpretación desde el repertorio más antiguo hasta el más contemporáneo y experimental”. “La sonoridad de este órgano tiene presencia en sí misma”, comentó Jean Guillou (1930-2019). El genial organista francés que ejecutó el último concierto en este órgano en 2015, aseguró que la Sala Sinfónica de Tenerife era “la más bella sala de conciertos que ha visto en el mundo ». Rosario Álvarez (musicóloga y asesora en el proceso de construcción del gran órgano), explica que el órgano del Auditorio “es único en el mundo por sus registros y medios técnicos”. Es realmente grandioso, no puedo imaginarme tanta belleza en el primer concierto que asisto después del confinamiento.

El concierto empieza con una de las obras estándar del repertorio para este instrumento, la Toccata Bux WV 156, de Dietrich Buxtehude. Bellos paisajes surgen en derredor de la sala impregnándola de hermosos registros agudos que se entremezclan con un pedal en tónica y dominante que suena al otro lado de la sala. El ambiente es perfecto, como si en la sala estuvieran sucediendo varias cosas. Debe de ser el espectro sinfónico que contienen los órganos de esta envergadura, una sonoridad heterogénea que muestra distintas estancias sonoras en el espacio, dando pie a una serie de paisajes imaginarios, alamedas, torres, jardines, amores, dolor, y gloria. La ejecución de  Loreto Aramendi es limpia, clara, y concisa. Madurez en los pasajes musicales, gran riqueza en los matices, y un despliegue de talento quedan claros con los primeros acordes de la primera pieza de un gran concierto dedicado en buena parte a las transcripciones organísticas de populares composiciones pianísticas y orquestales.

El Preludio en do sostenido menor -publicada como nº 2 del álbum Morceaux de Fantaisie op 3- de Serguei Rachmaninov, estrenada en la Exposición Eléctrica de Moscú (1892), protagonizó el debut público de Rachmaninov como compositor y desde su publicación en 1893 se ha mantenido como una de sus obras más populares. En la espléndida transcripción de Louis Vierne (1870-1937) el Preludio adopta una naturaleza organística desde su inicio con unos acordes tenebrosos que asientan la tonalidad en Do sostenido menor. Un pianisimo donde asoma el tema principal, es decir, el amor, y un agitatto formado por tresillos que se desprenden en cromatismos descendentes de manera precipitada. La destreza de Loreto Aramendi consigue invisibilizar la gran dificultad de la transcripción de Vierne, se me hace imposible describir la majestuosidad que se aprecia en el talento de la intérprete, la energía que desprende intimida la sala hasta el final del concierto.

La transcripción de Louis Robilliard de Funerailles, de las Harmonies poétiques et religieuses de Liszt, nos recupera de la zozobre y nos introduce en el ambiente, ese espectro poético tan característico de Liszt sin abandonar el carácter tenebroso del concierto.

La Danse macabre, op 40 de Saint-Saëns-Robilliard comienza con unos acordes picarescos. Sueltos, volátiles, haciendo burla a la muerte, porque la muerte para un artista es eso, un viaje con gracia hacia el mismo infierno. La interpretación cargada de una musicalidad extraordinaria irrumpe en la sala en forma de allegro gracioso. Parece que la muerte se quiere reír de todxs. Tiene un aire esta pieza muy popular que se complica oscureciendo el paisaje. La risa cada vez se torna más oscura y tenebrosa. La complejidad de la obra comienza a desarrollar terrenos movedizos cargados de inocencia y generando ilusión. Lo peculiar de esta pieza son los sonidos, un despliegue de sonidos caracterizados causando todo tipo de mágicos e ilusorios espectros imaginarios. Una buena pieza para saludar al diablo un domingo por la mañana.

La morbosidad romántica de Pelléas et Melisande representa una especie de paréntesis en este programa perfectamente diseñado, en el que esta pieza arroja serenidad y sosiego. La transcripción de Robilliard cede el protagonismo a los pedales -hay fragmentos donde sólo se hace uso de ellos- y Aramendi logra dar la impresión de estar tejiendo música.

‘Coulée’, Etüde für Orgel de Gyorgy Ligeti fue la pieza que más me gustó del concierto. A estas alturas el repertorio tradicional de órgano quedaba completamente atrás, abriéndose a un mundo completamente nuevo donde un instrumento de estas características tiene un mundo que ofrecer al repertorio contemporáneo.

La pieza de Charles Tournemire ‘Victimae Paschali’ Choral Improvisation, fue la obra más brillante del concierto en cuanto a sonoridad. Una buena pieza para el final del programa, que no del recital. El final del concierto fue una obra que no estaba en el programa y que Loreto Aramendi tocó sin partitura. Un hermoso regalo. Una obra maravillosa y jovial que parece emanar de ella misma ofreciendo un lenguaje particular al programa, ojalá la haya compuesto ella. Para nosotrxs, para ella misma. Una niña que duerme, un amor por despertar.

Respecto a las medidas de seguridad del Auditorio he de reconocer que me sentí muy segura y pude disfrutar de lleno del concierto. Había una fila de butacas desocupada por una ocupada. El concierto transcurrió sin ningún tipo de incidentes. No me cabe duda de que el Auditorio de Tenerife se encontraba a la altura de lo que patrocinaban (« Cultura segura ») en un afán de hacer entender a la sociedad que la cultura era una apuesta segura para la recuperación global. Con un aforo de 1500 butacas en la sala sinfónica, sólo podían entrar 400 personas.

Gaillac. Concert d’orgue exceptionnel aujourd’hui
Publié le , mis à jour
Loreto Aramendi est un des grands noms de l’orgue. Elle se produit dans le monde entier. Elle vient à Saint-Michel sans aucun cachet, pour le plaisir de découvrir l’instrument construit par Dominique Cavaillé Coll
Loreto Aramendi est un des grands noms de l’orgue. Elle se produit dans le monde entier. Elle vient à Saint-Michel sans aucun cachet, pour le plaisir de découvrir l’instrument construit par Dominique Cavaillé Coll

Elle a joué sur les orgues les plus prestigieux du monde, de Saint-Patrick de New York à l’Opera City Hall de Tokyo, l’Auditorium de Madrid, Notre-Dame de Paris et la cathédrale de Moscou. Elle arrive du Danemark et se prépare à partir en tournée en Pologne : Loreto Aramendi est une concertiste de renommée internationale. Vendredi 7 août, elle sera au pupitre de l’orgue de Saint-Michel. Une chance pour les mélomanes tarnais, mais pas tout à fait un hasard. Loreto Aramendi est titulaire de l’orgue de Santa Maria del Coro, à San Sebastian, qui a sonné la première fois en 1863. Un instrument construit par le gaillacois Aristide Cavaillé Coll, qui avait appris le métier de facteur d’orgue aux côtés de son père Dominique, qui a réalisé celui de Saint-Michel. « J’avais toujours eu envie de jouer sur cet orgue ». Loreto le dit simplement, sans surjouer l’émotion : la notoriété n’a pas affecté sa spontanéité. Elle parle de l’orgue avec une passion maîtrisée. « L’organiste, le public ne le voit pas. Il est tout là-haut, caché. Mais il est à la tête d’un véritable orchestre. Avec un orgue, on peut tout jouer ».

Un grand écran pour le public

Vendredi 7 août, de 11 h 45 à 12 h 30, elle a choisi un répertoire de sept pièces baroques avec des auteurs d’un peu partout (Muffat, Distler, Jimenez, Martin y Coll, Correa de Arautxo…). Ses albums ont reçu les plus hautes récompenses : le deuxième CD avait été enregistré sur un autre Cavaillé Coll, à l’abbaye Saint-Ouen de Rouen. Loreto Aramendi s’intéresse à la facture d’orgue et participe depuis 2014 à plusieurs chantiers de réparation en France et en Espagne. Elle enseigne également au Conservatoire de San Sebastian. La grande concertiste vient jouer à Gaillac sans aucun cachet : pour le plaisir de s’asseoir au pupitre d’un Cavaillé Coll, et pour servir la cause des Amis des Orgues. Elle n’a pas les humeurs des stars, elle n’en a pas non plus les exigences.

 

CD « Orlos, Clarines y otros Nazardos »

Pari gagné de Loreto Aramendi, excellente musicienne historiquement informée qui sait nous convaincre par un jeu précis et fluide, en harmonie avec les climats des diverses œuvres. Elle nous fait entendre de nombreux mélanges de sonorités savamment dosés.
Ces instruments anciens révèlent des ressources insoupçonnées sous les doigts experts de Loreto Aramendi.
Un album à découvrir avec gourmandise et qui, écouté au casque, ne vous laissera pas indemne !

__Critique de ResMusica – Mai 2020.

[…] le répertoire allemand du 20e siècle (Distler) semble excellent sous les mains d’Aramendi. […] performances virulentes et imaginatives, […] Effet spectaculaire […]
La polyvalence est en même temps la partie attrayante de cette production, ce qui montre que les orgues espagnols ne doivent pas seulement jouer de la musique espagnole.

__Critique de Christo LelieTrouw – Juin 2020.

Revista « The Grand Ophicleide » Atlantic City

CD « Transcriptions » at the Cavaillé-Coll pipe organ of Saint Ouen de Rouen

“A Version of reference” […] “Magic sound” […] “Orchestral magic” […] “Réussite portée à son paroxysme avec le poème symphonique de Rachmaninov” […] “Recital accrocheur et profondément abouti”.

__Review by in ResMusica – October 2017.

“Loreto Aramendi livre ici un véritable chef-d’œuvre.“
“grâce à la technique de jeu fabuleuse et clairement pianistique d’Aramendi, qui permet de perdre tous les obstacles des transcriptions parfois traîtreusement arrangées.“
“Ainsi, les funérailles de Liszt des Harmonies poétiques et religieuses (1853) deviennent un événement visionnaire, le célèbre prélude au piano en ut dièse de Rachmaninoff reçoit une grandeur et un pouvoir apocalyptique inimaginables.“

__Critique de Christoph Schulte dans la parution Organ – Journal für die Orgel du mois décembre 2017.

***** 5 stars – « Highly recommended [..] Never heard the Cavaillé-Coll of St Ouen handled so adeptly [..] Loreto Aramendi gets to the heart of all these pieces with effotless style and considerable flair [..] Louis Robilliard provides masterful arrangments of works including Rachmaninov’s L’île des morts and Fauré’s suite Pelléas et Mélisande ».

__Choir & Organ.

CD F. Liszt, C. Franck, Ch. Tournemire, J. Brahms – Basilica Santa Maria – Aristide Cavaillé-Coll

**** 4 stars – « Very recommendable indeed ».

__Choir & Organ.

« This is a splendid recording » [..] « It is clear that Loreto Aramendi is a very special player performing on an outstanding instrument » [..] « Aramendi’s total command of the instrument makes these two CDs worthy of special praise »
« Exemplary nature of playing » [..] « Playing and interpretation of a very high standard thanks to the performer’s stunning technique and her command of the registrational complexities of both the organ and the composition »

__Organists’ Review – December 2016 by David Baker.

« a fine example of absolute musicianship, sound technique and utter command over the instrument. »[…] «Cesar Franck’ s Prelude, Fugue and Variations along with Piece Heroique also feature on the recording. Aramendi’s rendition of these works remains faithful to the musical score with accurate execution and ‘lyrical’ playing of the haunting melodies of Franck.» […] «Aramendi captures the full essence of the Brahms’ Choral Preludes, full of emotion and expressive quality.» […] «Aramendi uses the Santa Maria organ to its capacity using almost every single stop combination. She delivers a striking performance that rings through the entire Basilica throughout the marathon of a work. Overall this is a very sound recording with accurate yet exciting playing on the stunning Cavaille-Coll instrument.»

__Sydney Organ Journal. Vol 47, nº4 – Spring 2016. page 45 by Gareth Baard.

Concerts

STUTTGART. International organ-virtuosos show their skills again this summer, but the Spaniard Loreto Aramendi. On Friday evening with forms and sounds from the Viermanual Mühleisen organ, was already extraordinary. In the « Batalla Imperial » by the Spanish baroque master Juan Cabanilles, many of the whistles with trumpet-like effect were used: a festive but not pompous opening of the concerto, which changed completely with Dietrich Buxtehude’s great Toccata F major, In the organ editions of two popular piano works, Loreto Aramendi was able to play out all her virtuosity: Sergei Rachmaninov’s Prelude cis minor chiselled the soprano chorus With drunken Sforzati and wildly dashing cascades into the church room, and the theatrical gestures were most effectively expressed by Camille Saint-Saens « Danse macabre ». The second part focused on two works by French composers. Jehan Alain’s « Litanies », which emerged as an urgent musical prayer of the 26-year-old, varied the theme in constant repetition, and Charles Arnaud Tournemire, the student of Maurice Duruflé, 1930 Improvisation, on « Victimae paschälie laudes » in notes. Loreto Aramendi interpreted them with overwhelming force.

VON DIETHOLF ZERWECK – https://www.stuttgarter-zeitung.de

Loreto Aramendi se lució e hizo lucir al gran Merklin-Schütze (18579 de la catedral, que manejó muy bien, con la monumentalidad trágica, inmensa, y sonoridad gloriosa de la página de Liszt, la singular gravedad de la de Rachmaninov, la riqueza orquestal, efectos sonoros y ritmos de la de Saint-Saëns, o la delicadeza expresiva y línea de la de Fauré, mientras que en la de Tournemire nos llevó desde el encanto de sonoridades medias en determinados registros, a unos ‘tutti’ majestuosos, con pasajes de virtuosismo, con medida dosis de pasión y gran brillantez final. Sobre la base de un ejecución segurísima en manuales y pedalero, con técnica precisa, y en interpretaciones serias, fundamentadas, con su articulación, fraseo, matices, dinámica, tiempos y demás; y con la registración oportuna. Excelente organista, Loreto Aramendi.

La Opinion – Murcia 2017

Eine Kathedrale der-Klänge Loreto Aramendi brilliert an der Mühleisen-Orgel in der Stiftskirche STUTTGART. Internationale Orgel- -virtuosen zeigen in der Stiftskirche auch in diesem Sommer wie-der ihr Können, doch was die Spanierin Loreto Aramendi. am Freitagabend an Formen und Klängen aus der viermanualigen Mühleisen-Orgel hervorzauberte, war schon außergewöhnlich. Bei der „Batalla Imperial » des spanischen Barockmeisters Juan Cabanilles kamen viele der Zun-genpfeifen mit trompetenartiger Wirkung zum Einsatz: eine festli-che, aber keineswegs pompöse Eröffnung des Konzerts, der mit Dietrich Buxtehudes großer Toc-cata F-Dur eine ganz ändere, mehr spirituelle Klangwirkung folgte. Prinzipale, Gedackt- und Flötenregister verbanden sich übei. dem Ostinato-Bass im Pedal zu fantasievollen Figurationen. In den Orgelbearbeitungen zweier populärer Klavierwerke konnte Loreto Aramendi dann ihre ganze – Virtuosität ausspielen: Sergej Rachmaninows PrAlude cis-Moll meißelte .sie mit dröhnenden Sforzati und wild herabstürzen-den Tonkaskaden in den Kirchen-raum, und bei Camille Saint-Sa-ensf „Dause macabre » kamen die theatralischen Gebärden höchst effektvoll zum Ausdruck. Im zweiten Teil standen zwei Werke französischer Komponis-ten im Mittelpunkt. Jehan Alains „Litanies », 1937 als drängendes musikalisches Bittgebet des 26-Jährigen entstanden, variieren das Thema in ständiger Wieder= holung. An der Orgel der Pariser Basilika Sainte-Clotilde – wirkte Charles Arnaud Tournemire; des-sen Schüler Maurice Durufig hielt seine -193C ‘€-iitSt-ajfd-etIW-tSor improvisation,über „Victimae pa-schäl laudes » in Noten fest. Lore to Aramendi interpretierte sie mit überwältigender Meistets>chaft.

 

Samedi soir, le concert donné par l’organiste basque Loreto Aramendi, sur le grand orgue Cavaillé-Coll de l’abbatiale a attiré une belle affluence au bord de l’Adour. Un public qui n’a pas été déçu. Peut-être d’abord un peu effrayé par la programmation de la fantaisie et fugue sur le choral « Ad nos, ad salutarem undam » de Franz Liszt, d’une durée de 30 minutes, il a été, non seulement soulagé, mais plus encore ravi par l’audition de cette œuvre exceptionnelle, sinon même frustré de constater combien ce temps d’extase avait été aussi bref. Ce plaisir fut aussi intense durant tout le concert, à l’écoute des « Funérailles », de Liszt également, dans la transcription de Louis Robillard, du standard « Danse macabre » de Camille Saint-Saëns, ou encore du choral et improvisation sur « Victimae pascali » de Charles Tournemire. Un véritable enchantement pour les oreilles et l’esprit, offert par une organiste particulièrement habile à mettre en œuvre toutes les nuances des jeux du grand orgue saint-sevérin.

Sud Ouest – Pascale Guérive